22.03.2018 • 2 minutos
Recientemente se han descubierto factores que ayudan a mejorar los procesos de aprendizaje de todo tipo. Benedict Carey los repasa en su libro “How We Learn”. Aquí hay algunos ejemplos de procesos que se pueden considerar fácilmente al aprender:
Estudiar rápido para un exámen puede funcionar en caso de emergencia, pero nos quedamos con muy poca información. Para asegurar la retención a largo plazo, es mejor extender el estudio en el tiempo. Para ser aún más efectivos, es aconsejable aumentar el tiempo entre las sesiones de estudio. La memoria es frágil cuando aprende nueva información, por lo que se debe actuar rápido, repitiendo este ejercicio en en 24 horas. Después, repetir en los días siguientes y luego en las próximas semanas. Diferentes investigaciones científicas muestran que aprendemos mejor al comienzo y al final de una sesión de estudio.Por lo tanto, estas sesiones deben ser relativamente cortas para limitar el “vacío” del medio, y es mejor empezarlas y terminarlas con un resúmen (lo que vamos a aprender — lo que hemos visto).
Descansar es bueno, e incluso una corta siesta puede ser útil. Los períodos de descanso permiten al cerebro consolidar lo que ha absorbido y organizar las diferentes informaciones. Dormir y soñar, también es aprender International Learning and Development Institute, 2016). Podemos aprender muchísimo analizando el neuroaprendizaje y los factores que ayudan a que el aprendizaje sea más efectivo.
Fuentes:
Neuro Aprendizaje. (2017). Quand les neurosciences rencontrent la formation et le management…. Consultado el 18 de julio, 2017, en https://neuro-learning.fr/
Autor
Julie Lemaire
Content Marketing Lead @Wooclap. Estudiante en el corazón, vivo de palabras y agua fresca. Siempre estoy aprendiendo, ¡de momento es el italiano!
Tema
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