La universidad Pontificia de Comillas fue fundada en 1890, es una Universidad privada, erigida por la Santa Sede y cuya dirección ha sido encomendada a la Compañía de Jesús. El proyecto pedagógico Jesuita tiene unas raíces con más de 400 años de historia.
El objetivo de los equipos docentes de Comillas es ofrecer la formación superior más adecuada para la educación integral de una persona que vive en el tiempo y la sociedad actuales. Procuran que los estudiantes sean protagonistas de su propia formación, mientras que el personal docente e investigador tiene un papel fundamental en la concepción y ejecución del propio proyecto educativo.
En el sitio web de la universidad Pontificia de Comillas muestran con detalle esta historia y la configuración actual la universidad. A día de hoy, cuentan con unos 15 000 alumnos y algo más de 2 000 docentes, de los cuales el 25% son a dedicación y el resto son profesores por horas.
El cometido principal de la Oficina de Apoyo a la Innovación Docente (OAID) es promover y apoyar las iniciativas innovadoras en metodología docente. En este marco general, deben estar atentos, por una parte, a las preocupaciones y retos de los profesores y, por otra, a las soluciones técnicas y tecnológicas que descubran. Es justo de ahí de donde nace el interés por Wooclap. Los equipos del OAID entienden que la educación universitaria es algo más que la mera transmisión de conocimientos por parte de un experto. Los alumnos han de ser protagonistas activos de su aprendizaje y ahí los docentes tienen la responsabilidad de crear contextos y preguntas desafiantes. Wooclap podía servir justamente para tal propósito. Pero no sólo eso.
Durante este periodo, también descubrieron que se trataba de una excelente oportunidad para abrir el abanico de opciones metodológicas a disposición de los profesores. Por ejemplo, el asesoramiento técnico sobre Wooclap puede conducir al desarrollo de nuevas estrategias de aprendizaje colaborativo.
En su momento, los equipos de la OAID analizaron y compararon distintas herramientas similares a Wooclap, algunas más conocidas y otras menos. Acabaron optando por Wooclap por varias razones: su interfaz intuitiva, la posibilidad de SSO, su integración con Moodle y, básicamente, su versatilidad para su uso en diferentes situaciones de aprendizaje. Además, el soporte prestado por el equipo Wooclap para resolver las dudas iniciales y las facilidades que se ofrecían también fueron aspectos que se tuvieron en cuenta.
Los equipos de la OAID estaban convencidos de su utilidad potencial para hacer las clases más participativas, pero necesitaban saber cómo lo entendían y utilizaban los profesores. El periodo de prueba se inició con una serie de anuncios en los que se informaba de que todos los profesores de Comillas ya disponían de una cuenta Wooclap. Adicionalmente, los docentes fueron invitados a un webinar organizado entre el equipo Wooclap y la OAID, donde se les hizo una presentación de la herramienta, una demostración de cómo funciona y algunos ejemplos reales de cómo puede utilizarse en sus clases.
Desde que incorporaron Wooclap en Comillas, la OAID ha organizado tres encuentros de innovación donde han explicado su uso (Encuentros LED -laboratorio de emprendimiento docente) y han tenido bastante aceptación. Actualmente cuentan con un manual interactivo muy detallado donde explican, paso a paso, varias funcionalidades y opciones. En próximas fechas ofreceron también una formación de cinco horas dentro del Diploma de Formación del Profesorado Universitarios (DIFOPU). Por último, en cierto modo, los propios docentes que utilizan Wooclap guían a la OAID en cuanto al descubrimiento de nuevas formas de utilizarlo y de sacarle partido en clase.
Desde la perspectiva de los docentes, hay varios beneficios: una forma de comprobar la comprensión de los estudiantes, tanto al inicio como al final de las clases; una forma de activarlos y de ponerlos a pensar; una forma de obtener feedback del trabajo de los grupos; una forma de recabar información sobre cómo ha ido una sesión, etc. Hoy, casi 100 profesores han creado 10 o más eventos para su docencia, entre interacciones en directo y cuestionarios al ritmo de los participantes.
Wooclap está ahora bien implantado en la Universidad Pontificia de Comillas. Desde el punto de vista de la OAID, las preguntas que reciben son cada vez más complejas y no reciben tantas preguntas como al principio sobre temas básicos. Por otro lado, en los cursos y eventos de innovación que organizan, utilizan Wooclap de forma habitual. Al principio, era habitual que los profesores preguntaran cómo funcionaba. Hoy, Wooclap ya forma parte del ecosistema de herramientas digitales que utiliza la mayoría de ellos.
Entre los tipos de preguntas más utilizadas, hay la clásica “nube de palabras”, para sondear ideas iniciales, y las preguntas “tipo test”, para comprobar la comprensión de los estudiantes al inicio o al final de una sesión.
Por otro lado, los "cuestionarios a ritmo propio" no son sólo para usar en casa, sino que también se pueden utilizar en clase; el modo competición, para añadir un componente lúdico a las sesiones; y también en la integración en las Aulas Moodle como actividad de calificación para anotar en el libro de notas. Los equipos docentes también encuentran muy interesante el tipo de pregunta "lluvia de ideas" por las posibilidades que ofrece para distintos tipos de situaciones, con respuestas individuales o en grupo.
Una de las recomendaciones del OAID es conocer bien a los profesores, ser sensibles a sus preocupaciones y deseos en cuanto a la mejora de la enseñanza. A partir de ahí, es más fácil proponer un uso adecuado de la tecnología educativa, más adaptado a sus contextos particulares, porque no se puede suponer que todos los profesores necesiten lo mismo para llevar a cabo su labor docente con éxito. Por otro lado, hay que fijar objetivos realistas para la implantación y difusión de una herramienta o práctica entre los profesores. Es preferible convencer y despertar el interés a partir de su propia práctica, para que primero experimenten con la herramienta como lo harían sus propios alumnos y, a partir de ahí, empiecen a plantearse opciones para utilizarla ellos mismos.
Silvia Bara Bancel, Colaborador Asistente de la Facultad de Teología, Departamento de Teología Dogmática y Fundamental.
“Comienzo siempre con una pregunta genérica sobre el tema que vamos a abordar, con nube de palabras, o una pregunta de opinión. Así puedo ver cómo se sitúan o qué opinan respecto de ese tema, y nos da para iniciar un diálogo, antes de exponer el contenido que he preparado.
A continuación voy dando mi clase (asignatura de Cristianismo y ética social), y cada cuatro o cinco diapositivas introduzco alguna pregunta, según lo que nos ofrece Wooclap (suelen ser tipo test, o bien ordenar cronológicamente los autores de los que he hablado, o asociar personajes o sus obras a sus principales afirmaciones). Esto me sirve para varias cosas: en primer lugar, para captar la atención de los alumnos, y comprobar si han escuchado, o si han entendido o no lo que vengo explicando, y para volver a insistir en la importancia de alguna cuestión y clarificar porqué una de las respuestas era la correcta. También motiva a los alumnos y alumnas, por introducir cierta “gamificación”. Suelo preguntar con tiempo limitado y hay una respuesta correcta. Al final de la clase, muestro cómo han quedado en la clasificación (esto a los chicos les suele motivar) y exporto los resultados, con las respuestas correctas. Estas me sirven para poner una nota de clase (calculo la nota en función del número de respuestas acertadas, no del tiempo que han empleado). Normalmente son muy buenas las notas, y eso les motiva también. Los alumnos con ausencia justificada, no les penaliza la falta, pero aquellos que no la han justificado tienen 0 ese día. Y los alumnos que no están atentos, o que están haciendo varias cosas en clase, tienen peores respuestas, normalmente.
Utilizo también preguntas de valoración sobre casos y situaciones, para que todos piensen y suscitar un diálogo en el aula. Esas preguntas no tienen nota, pero me sirven para abrir el debate.
Por último, a veces también empleo preguntas asíncronas para realizar en casa, o hago una pregunta al final, en la que tienen que escribir unas líneas. A veces es un trabajo de grupo, o bien individual, de reflexión. Intento que sea una reflexión personal sobre el tema que hemos dado en clase. La ventaja de Wooclap respecto de una actividad en Moodle es que los resultados aparecen en una hoja Excel y se corrigen más fácilmente.”
Número de estudiantes
15 000
Número de programas ofrecidos
148
Número de respuestas recibidas
312 000
Número de eventos creados
3 393