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“Innovar, dar respuesta científica, no fuegos artificiales"

Alejandra Cortés es Directora de Calidad e Innovación Docente en el Vicerrectorado de Política Académica de la Universidad de Zaragoza y autora de nueve libros. Es investigadora permanente en la Cátedra Unesco. Además de haber ganado múltiples galardones docentes, entre ellos el Premio Educa a Mejor Profesor de España en 2019 en la categoría de Universidad, que reconoce los métodos de enseñanza de los mejores profesores españoles, Alejandra es coach personal e investigadora permanente de la Cátedra Unesco sobre Valores y comunicación.

Alejandra comparte con Wooclap lo que la mueve, su definición de innovación en el ámbito docente, sus estrategias para motivar a sus alumnos y su percepción de las características de los estudiantes españoles en la actualidad

Alejandra Cortés es una persona muy reconocida en el ámbito de la educación, así que díganos quién es Alejandra Sotelo en la vida personal

Alejandra Cortés (A-C): Me defino como humana, es una obviedad, pero las personas no debemos olvidarnos de esta faceta para comprendernos más con nosotros mismos y con los demás. Soy una persona que se levanta pronto. No me importa madrugar. Me gusta el silencio de la mañana. Estar tranquila y pensar, porque a las 7 de la mañana se levantan mis hijos y la dinámica de la mañana se vuelve muy intensa. Soy muy familiar. Muy amiga de mis amigos. Me gusta cuidar mucho a las personas tanto en el plano personal como en el plano profesional. Es parte de la magia de poder estar bien con lo que hago. Nada de lo que hago en la universidad lo entendería como correcto si no tomara en cuenta la parte humana. Soy una persona sencilla y accesible. Cuido cuando se me invita a dar una conferencia como cualquier otro detalle del día a día. Soy de la creencia que las personas nos definimos por lo pequeño y por lo grande y si solo tiendes a cuidar lo grande, no hay un cambio humano. 

En su sitio web, usted dice que le gusta innovar, ¿cómo innova la profesora Alejandra Cortés?

(A-C): Me gustan las clases magistrales participativas, me gusta el trabajo colaborativo, grupos interactivos, design thinking, trabajos de rotación, invitar personas a mis clases para que den otra visión y llevar a mis grupos fuera del aula. Intento ponerme mucho en el lugar del estudiante y en lo que creo que necesitará en el presente y el futuro. No solo en lo que necesita saber de contenidos sino en lo que necesita en términos de competencias transversales… de competencias para la vida.

En su libro titulado Estrategias transformadoras para la educación: Una visión para el siglo XXI, aborda temas clave como la educación emocional, la inteligencia y la psicología positiva, temas que son relativamente nuevos en el campo de la educación formal; en 2022 son familiares estos temas, pero hace unos años no lo eran tanto, ¿por qué es importante tomarlos en cuenta en la educación formal? 

(A-C): Desde el inicio de la educación reglada, ya sea de una manera u otra, estas consideraciones transversales eran abordadas; por ejemplo, cuando era pequeña, a través de una obra de Don Quijote de la Mancha, ya trabajábamos estas competencias transversales, aunque aún no tuvieran un nombre concreto. Es importante resaltarlo por un respeto sistémico a lo hecho por mucha gente. 

En cuanto al valor de estos temas, son importantes porque un profesional es alguien que sabe manifestar competencias técnicas y de las que es experto, pero también debe contar con saberes prácticos, como trabajar con otros, resolver conflictos y saber comunicar.

¿Le damos suficiente atención a la educación emocional en las universidades?

(A-C): Quizás en no todos los países se le da la atención necesaria, mucho menos en la universidad. Como si el estudiante dejara de ser emocional. Los alumnos y profesores van a las clases con sus pensamientos y emociones, por eso es importante tener la educación emocional en cuenta.
Ha habido un gran paso en tener evidencia científica de que la educación basada en emociones funciona. Y esto es un gran cambio. No se trata de un happy-happy a todo, ni de decir que educar es libre albedrío y felicidad absoluta, sino que tú tienes que recoger qué emoción estás sintiendo para poder llevar un aprendizaje mejor.

¿Aquí el papel del profesor sería el de motivar?

(A-C): Sí. No me imagino un profesor que no motive a sus alumnos. Y la mejor manera de motivar a los alumnos es demostrar que tú estás motivado. Tu curso podrá gustar más o menos. No a todos los estudiantes les apasiona tu forma de enseñar, pero si ven que tú tienes pasión por lo que transmites, los alumnos agradecen y provocas un efecto contagio.

¿Con qué estrategias se puede motivar a los alumnos?

(A-C): Partir de sus intereses, pedirles opiniones de lo que se está haciendo. No tener un programa tan cerrado de lo que se debe mostrar durante el curso. Invitarles a que ellos propongan otras maneras de evaluar y, de ahí, salen ideas maravillosas. Para nada quita profesionalidad. Al revés, suma. Claro, esto no significa dar una clase sin saber nada ni estar sistematizado ni preparado.

Precisamente hablando del alumno y de lo que valora, usted escribió en 2001 un artículo titulado “¿Cómo son nuestros estudiantes?”. ¿Cómo son los estudiantes españoles en 2022? 

(A-C): Podríamos hablar desde la educación infantil hasta la universidad y más. Alumnos podemos ser toda la vida. Yo de hecho soy alumna. En cuanto a la universidad, yo no veo a los alumnos tan diferentes, pero hay algunos componentes que los hacen distintos: usan más las redes sociales, debido a sus potenciales. Quizá esto hace que se lea menos, no me gusta generalizar. Son más liberales. A veces los siento menos autónomos. Hay algo en común con los estudiantes de ayer y hoy: para que se lancen a participar, les cuesta. 

¿Esta timidez y falta de comunicación que tienen los alumnos es algo biológico o algo estructural que fomentamos debido al sistema escolar?

(A-C): No, desde mi punto de vista la persona siempre se comunica y comunicar no siempre quiere decir hablar. Comunicas con todo, con tu pelo, con tu cuerpo. Y esta competencia es muy importante independientemente de quien seas, sobre todo si eres un profesional, porque es la forma en que te marcas con tu comunicación.

Y del lado de la universidad, ¿en general cómo ve la innovación y la adopción de las tecnologías por parte de las instituciones? ¿Aún es lejana una madurez digital?

(A-C): Generalizar es osado. Innovar no es solo digitalizar. La tecnología tiene que tenerse en cuenta, pero debes pensar cuándo hacerlo, si es pertinente y conveniente. Si una herramienta no se usa bien, puede no ser impactante en el aprendizaje. En mis clases yo utilizo una plataforma Moodle y a mis alumnos les enseño algunas herramientas que pueden usar en el futuro.

Usted tiene un estudio sobre el uso de internet en adolescentes y su relación con la depresión. ¿Las escuelas podrían remediar estos problemas si  enseñaran a usar las tecnologías responsablemente desde que los estudiantes están en secundaria?

(A-C): El tema es que una sobreexposición de la imagen pública a veces genera una emoción que no es del todo positiva. Por ejemplo, los estudios dicen que durante la pandemia las personas se estresaban más debido a las reuniones online porque se veían frecuentemente frente a la pantalla. Entonces, cuando se le compra un móvil a los chavales, tiene que ir con una educación paralela sobre el buen uso de las tecnologías y aquí la responsabilidad debería ser compartida entre familias, medios y escuela.

¿Cuáles son los retos de ser un responsable del departamento de innovación docente?

(A-C): Realmente dar a entender y que todos comprendamos que innovar no se trata de hacer fuegos artificiales, sino partir de una necesidad de cambio. La innovación debe tener un aval teórico y científico detrás, y finalmente debe poder medirse. La innovación debe ser incluyente y permitir la integración de equipos interdisciplinares, donde hay personas de ingeniería, humanidades… Un reto importante también es la difusión de la innovación para que las personas sepan que en la universidad se innova.

Autor

Christian Muñoz

Christian Muñoz

Gran amante de todo lo que implique aprendizaje. Siempre aprendiendo ya sea de tecnología, literatura o idiomas.

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